miércoles, 31 de mayo de 2017

Por la boca muere el pez


No hace un mes que El Independiente publicó un artículo en el que el Coronel Jefe de la UCO, Manuel Sánchez Corbi, afirmaba ufano que en su unidad “el margen de error era cero”, y poco más de un mes ha necesitado la realidad para desmentirlo.

No solo ha sido el caso de Cristina Cifuentes, el del exministro Manuel Pimentel, sino que el remate lo ha dado el archivo de la causa contra Rodrigo Rato por la privatización de empresas públicas. En esta última ocasión el juez instructor no ha sido nada benevolente con el trabajo desplegado por los miembros de esta unidad afirmando que se basa “en sospechas sin fundamento…no existiendo indicios más allá de la sospecha” y negándose a continuar las pesquisas por lo que ha archivado el caso.

Desde luego estos casos no descalifican la labor de todos los integrantes de la unidad ni ponen en cuestión otra cosa que el envanecimiento de algunos de sus miembros, el ausente control de calidad de los mandos sobre la labor de sus subordinados y la negligente dejación de quienes debieran guiar su actuación, jueces y fiscales, que han preferido que otros les hagan el trabajo prejuzgando las conductas de los investigados.

Esto que tendría graves consecuencias en cualquier otra organización puede tener efectos fatales cuando se trata de quienes pueden poner en cuestión los elementos más preciados de cualquier ciudadano, la libertad, su buen nombre y su patrimonio, en cuya salvaguarda se instituyo la seguridad jurídica, por la que nadie puede ser encauzado por algo que no está tipificado en el Código Penal de forma previa,  la presunción de inocencia por la que es el acusador quien debe probar sin sombra de dudas la culpabilidad del encausado y la garantía de derechos del investigado cuya tutela debiera recaer en el juez instructor y el fiscal y que ha desaparecido de hecho de nuestro procedimiento de enjuiciamiento criminal al asumir, fiscales y jueces instructores, el papel de acusadores públicos con todos los instrumentos de violación de los derechos individuales a sus servicio y sin ningún contrapeso o responsabilidad por el mal o abusivo uso de los mismos.

Tal es el panorama que presenta el enjuiciamiento penal español que nos convierte en una anomalía dentro del panorama judicial de las naciones democráticas. Un procedimiento que sigue basado en un principio inquisitorial, donde la investigación es mayormente prospectiva “a ver que encuentro” basada las más de las veces en un prejuicio más que en un hecho y en la que sus partícipes, policías, jueces y fiscales, buscan antes el sustento de una hipótesis preconcebida que la verdad.

Es por ello que urge una reforma urgente y meditada del procedimiento investigador y de enjuiciamiento criminal en la que la labor investigadora se lleve a cabo bajo la dirección efectiva, no meramente formal, por los fiscales que sean quienes califiquen los hechos surgidos de la investigación y donde el juez ejerza el control de la transgresión de derechos fundamentales, el de la libertad, confidencialidad de las comunicaciones e inviolabilidad del domicilio del investigado.

De otro modo estaremos cada día más cerca de un estado policial con el agravante de que en un mundo en el que la información es masiva e instantánea, donde el investigado desconoce de qué y porque se le acusa mientras otros, jueces y medios de comunicación, disponen del total y lo dosifican a su conveniencia para prejuzgar o mediatizar la “condena social” del ciudadano, de nada sirve su postrera absolución cuando su patrimonio estar destrozado, sus medios de vida aniquilados y su fama pública echada por los suelos.

Y mientras tanto eso llega no estaría de más que mandos policiales, jueces y fiscales predicaran más la humildad frente a la soberbia de quienes se creen ajenos al error, poseedores de la verdad y por encima del bien o el mal, recordando a Ícaro que engreído quiso volar hasta el sol y cayó al mar.

Para ser infalible hay que ser Papa además de hablar ex cathedra y me pega que los mandos de la UCO, fiscales y jueces no pasarían el cursillo de monaguillos.

 

viernes, 26 de mayo de 2017

Y la estiba parió un ratón



Después de unos meses en los que la amenaza de que “los puertos iban a arder” si el Gobierno del PP sacaba adelante el Real Decreto de reforma de la estiba en los puertos españoles y de que esto iba a ser la “batalla de todas las batallas”, los montes parecen que han parido un ratón.

Ha sido aprobarse el Real Decreto y sindicatos y empresas se han dado una prisa inusitada, desconocida para llegar a un acuerdo. Un acuerdo muy alejado de aquel que presentaron en abril de subrogaciones por ley y compensaciones a cargo de todos los españoles que nos iban a costar 2.415 millones de euros para sostener artificialmente los salarios de estos privilegiados de aquí hasta que les diera por jubilarse.

Hoy con la norma en vigor lo máximo que compromete el gobierno son 120 millones, muy lejos, 2.295 millones de euros menos, de lo que pretendían los estibadores y de la subrogación por ley ni está ni se la espera.

Y este hecho, venturoso, debiera servir para reflexionar a más de uno sobre el papel de los partidos políticos de la oposición, sindicatos y empresas.

Respecto al PSOE, en su “no es no” a todo lo que proponga el Gobierno con independencia de su efecto sobre la calidad de nuestra convivencia y economía habría que exigirle el texto que en su caso hubiera propuesto para el referido Real Decreto. Pincho de tortilla y caña a que, sujeto a la supervisión de la Unión Europea y al cumplimiento de una sentencia del tribunal de Estrasburgo, no hubiera variado una coma sino es para encarecer el costo que a escote hubiéramos tenido que pagarle el resto de los españoles a los estibadores para seguirles manteniendo sus privilegiadas condiciones salariales.

Y que hablar de Ciudadanos, el partido de meter la puntita, pero sin que se note, el del ciudadano Rivera tan pronto para colgarse medallas y tan lento para asumir responsabilidades en los temas de Estado y por ello un valor en declive en la formulación de alianzas. Menudo papelón el de aquel que oliéndose la derrota da un paso atrás y modifica su anunciado apoyo en la primera ocasión para tornar de tapadillo a votar si tan pronto otros han asumido el desgaste y pagado el peaje a las fuerzas nacionalistas que son las únicas que pescan en este mar revuelto de la falta de altura de miras en que se ha convertido la política nacional.

Dejo para lo último el papelón de empresas y trabajadores. Crecidos los unos por creer que el Gobierno les iba a hacer el trabajo sucio de la desregulación del tinglado sindical, y los estibadores en el apoyo fariseo de los partidos políticos que con su bloqueo les ayudaban a estirar el chicle de sus privilegios, no han tardado ambos un momento en hacer lo que debieron desde el minuto uno, negociar y compartir los costos que toda reforma conlleva rebajando condiciones laborales, aportando flexibilidad en la organización del trabajo y asumiendo la plantilla actual, pues ambos, trabajadores y empresas, son los más conscientes de la sabrosa tarta que tienen para repartir y que en el camino solo han perdido las migajas.

Conclusión, que quienes más y peor erraron fueron aquellos que demagógicamente no apoyaron el primer decreto pues han quedado en evidencia por los mismos protagonistas, empresas y trabajadores, que han revelado, ahora sí, que el único conflicto de intereses era quien, y cuanto se comían de la tarta, la misma de la que llevan hartándose hace cuarenta años.

lunes, 22 de mayo de 2017

El bolchevique embustero y el ambicioso útil




Partiendo de la base que casi todos los bolcheviques lo son, embusteros, nuestro Pablo Iglesias es además un farsante. Y lo es porque no se presenta como tal, bolchevique,  no dice que quiere acabar con la democracia, pero a su vez no deja de proclamar que la calle es mejor que el Parlamento, no sostiene que hay que eliminar la división de poderes y los contrapoderes existentes entre Judicatura, Ejecutivo y Legislativo, pero directamente afirma que los jueces deben ser afines a su ideología, que los funcionarios deben ser afectos al régimen y que el Parlamento está bien mientras no contravenga lo que quiere la gente, su gente.

Pablo Iglesias no engaña más que aquellos que se quieren dejar engañar o a los que la LOGSE ha eliminado cualquier sentido crítico o capacidad de análisis que les permita discernir o comprender un mensaje que supere los 120 caracteres de un tuit.

Esa ignorancia supina es la que lleva a la mayoría a ignorar que quien implantó un régimen democrático y parlamentario en la Rusia de los zares fue Kerensky,  y Lenín quien se carga dicho sistema dinamitándolo desde dentro. Participando en las instituciones, combatiéndolas desde dentro y fuera hasta acabar con cualquier disidencia incluso entre sus correligionarios mencheviques y trotskistas sin pararse para ello en el respeto a la vida y en la continua revisión y reescritura histórica de la que eran eliminados todas aquellos contrarrevolucionarios o caídos en desgracia que algún día tuvieron relevancia o predicamento público.

Como bien sabia Lenín, y bien que lo aplico, para llevar a cabo sus planes solo hacía falta una minoría ideologizada y combativa que no se parase en nada ni ante nada, aunque ello supusiera la eliminación física del adversario, pero para ello, como Lenin, nuestro Pablo Iglesias necesita de una sociedad fragmentada e insegura de sus valores, miedosa a la hora de defenderlos y de un socialismo cómplice e instrumental que le ayude a reducir a la nada a la odiada derecha.

Por ello a diario demonizan, insultan, denigran a sus símbolos, el PP, y sus valores, la libertad individual de enseñanza y de credo, su respeto a la vida y algo tan moderno y progresista como es el que los españoles somos iguales con independencia de donde residamos.

Constantemente denigra al PP, y con ello a sus dirigentes y votantes, calificándolos como el partido más corrupto de Europa, eso sí, sin saber mencionar cual es el segundo, ni importarle, porque son ellos los que se atribuyen la capacidad de otorgar el plácet a lo que consideran o no democrático. La consigna es clara, si consiguen que algo se perciba como malo o perverso por esa minoría movilizada y sectaria la eliminación de ese organismo y quienes lo componen será vista como saludable y los instrumentos que para ello se utilicen estarán bendecidos por el fin beatifico que se persigue.

A poco que les dejemos volverán los acosos a dirigentes del PP, y cuidado Ciudadanos que luego irán por vosotros, se les negara la palabra y se les echara del espacio público mediante la acción de una turba jaleada por los medios de comunicación afines hasta conseguir lo que tanto rechazaron cuando se trató de los etarras de Herri Batasuna, la ilegalización del PP como fuerza política, la proscripción de sus valores de la vida pública y de la mera posibilidad de una alternancia democrática.

Entonces, si no ponemos remedio, las escenas de escasez, de protestas callejeras, bandas armadas por el gobierno no serán las de Venezuela sino las de nuestra querida España. Y para ello el ambicioso y sectario de Pedro Sánchez les viene como anillo al dedo.

 

viernes, 19 de mayo de 2017

Desconfié usted de los políticos pobres

Igual usted como yo ha oído en Esradio o ha podido leer en algún periódico que la presidenta de la Comunidad de Madrid, la popular Cristina Cifuentes, ha utilizado como argumento de peso para justificar su honradez el que en el banco tiene poco más de 900€ de saldo y que vive de alquiler. Yo fue oírlo y empezar a dudar de Cristina Cifuentes.
Y mi duda nace no de la reiteración de un informe elaborado por un cabo de la UCO, del que se desconoce nombre, titulación académica y si tiene o no especialización alguna en derecho administrativo y más concretamente en contratación pública, sino de la ponderación de las virtudes que deben acompañar a un ciudadano en su vida corriente y el que estas virtudes deba trasladarlas al ámbito de la gestión pública.
Me explico, la Sra. Cifuentes tiene un año menos que yo, 52, lleva desde 1989 cobrando un sueldo público. En ese tiempo yo, que saque mi oposición en 1987, dos años antes de que esta Sra. empezara a trabajar, he tenido tres hijos, tengo una vivienda en propiedad, un coche y un apartamento en la playa que aún estoy pagando al banco, unos planes de pensiones y un saldo que supera en bastante, gracias a Dios, los 900€ en el banco. Pues bien, o esta Sra. es una despilfarradora compulsiva en juegos de azar, compras de ropa y complementos o alguien, ella en primer lugar, me tendrá que explicar en que derrocha el dinero.
Y es que mi inquietud nace de que estos comportamientos poco ortodoxos en lo económico los traslade a su gestión de la Comunidad de Madrid “viviendo al día” sin la menor ponderación de eficacia, eficiencia y dotación de reservas para los imprevistos que devienen en cualquier organización humana de carácter económico ya sea de carácter público o privado.
De ahí nace, y no de otras consideraciones, mi desconfianza de los políticos que airean como si fuera una medalla su supuesta pobreza pues, no está de más recordar que allá por el 2006, siendo presidente de la Comunidad andaluza don Manuel Chaves, se supo por su declaración de bienes que era el único de los miembros de su gobierno que no tenía fondos de pensiones, ni participaciones o acciones en sociedad, ni siquiera coche, con  un saldo total de cuentas bancarias de 3.887 euros y un préstamo hipotecario de 22.613 euros. Y así llego a donde ahora está.
Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces

jueves, 18 de mayo de 2017

Si la envidia fuera tiña...

Ocurre en multitud de ocasiones que aquel que nunca ha creado nada, que en su vida ha tenido que levantar la cancela de un negocio o madrugar para acudir religiosamente a su trabajo es el mismo que encuentra siempre tiempo para criticar a los que por su esfuerzo sonríe la fortuna.

En su ánimo no anida la sana envidia del que empujado por ese ejemplo encuentra fuerzas para intentarlo él también y poner en marcha un negocio, una carrera profesional o un honrado oficio, no, muy al contrario, en él nace el rencor, el deseo de revancha contra alguien o contra algo por el simple hecho de destacar y en ese deseo de revancha no pondera el esfuerzo que el otro ha puesto en su tareas, los sacrificios que ha debido de asumir y aquellos placeres inmediatos a los que ha tenido que renunciar para alcanzar su meta.

Son estos los mismos que sospechan siempre de las nobles intenciones, de los gestos generosos y de las iniciativas filantrópicas y ante todas ellas siempre saca a relucir lo mismo “algo querrá sacar”, como si la recompensa al esfuerzo y al capital invertido, asumiendo el riesgo de su perdida, no mereciera más recompensa que el desprecio.

Esto y no otra cosa es lo que ha pasado con la iniciativa cultural de Antonio Banderas para Málaga. Recuperar un inmueble ruinoso para el Ayuntamiento y la ciudad ¿les suena a la Gavidia?, poner 13 millones de euros para rehabilitarlo y llenarlo de contenidos y explotarlo de manera que no solo no cueste un euro al presupuesto municipal, sino que suponga una fuente de ingresos para el Ayuntamiento y la ciudad, sin contar con la repercusión internacional que conseguiría la ciudad de Málaga por venir avalado por Antonio Banderas.

Pues nada de esto parece parecerle bien a quienes están acostumbrados a que todas sus ocurrencias las pague el presupuesto, los ciudadanos con sus impuestos, a quienes no se les conoce una iniciativa en positivo a favor de las fuentes de desarrollo de su ciudad, provincia y nación, quienes gastan a manos llenas de lo que no es suyo y en su boca no hay una palabra que no sea como el riau riau pamplonica de “todos queremos más” a costa de hacer menos.

Es por ello que desde aquí proclamo mi envidia sana por personas como Antonio Banderas que tratan de devolver a su ciudad y sus vecinos parte de su cariño, de su añoranza por los buenos ratos vividos y por el amor a sus calles y costumbres con actos de generosidad que mejoren el día a día de sus vecinos, y mi más profunda envidia de que eso no se dé en la ciudad de Sevilla.
 


martes, 9 de mayo de 2017

Alguien en la fiscalía está perdiendo la olla y no es Moix


Estos últimos días ando en un sobresalto permanente a resultas de la errática actuación de algunos fiscales y concretamente de aquellos que llevan el caso Lezo.

Ya es aberrante que se aireen los debates de la junta de fiscales anticorrupción dando una versión unilateral de la misma, pero plantear sospechas sin pruebas sobre el contenido de la reunión de Pablo González con el Secretario de Estado de Seguridad roza, sino supera, la difamación.

Lean y reflexionen sobre la frase que reproducen los periódicos «la presunta investigación "chivada" del Secretario de Estado».

Ya de por si es preocupante el uso incorrecto de la preposición “del” que priva de cualquier significado coherente a la frase. ¿Quisieron decir “por”? Porque si es esto lo que quieren decir “chivada POR el Secretario de Estado” solo tiene dos opciones, o tiene pruebas y lo denuncian así ante el juez o si lo dicen sin pruebas lo que procede es su cese inmediato y su comparecencia ante los juzgados imputados por difamación.

Sinceramente creo que aquí los fiscales se han pasado de frenada y alguien, el Fiscal general, el Ministro de Justicia y el Gobierno tienen que tomar cartas en el asunto y tomar medidas que reconduzcan, mientras no se cambie la ley de Enjuiciamiento Criminal, la actuación de los fiscales a los límites que les impone la ley.

De otro modo algunos de estos profesionales pueden creerse amparados por la discrecionalidad más absoluta, la arbitrariedad, en sus actuaciones y la irresponsabilidad de sus conductas que es la forma más elaborada de absolutismo y totalitarismo, o de otra forma, la más absoluta perversión de la Justicia que está convirtiéndose en un pulso a los órganos de la Fiscalía y el Gobierno.

Y señores Maza, Cardenal y Rajoy, el poder esta para ejercerlo y esto vale tanto para los fiscales que se desvían en su cometido como para los separatistas, y, si no saben o no quieren, ya están tardando en echarse a un lado porque estarían dimitiendo del cumplimiento de su obligación con el Estado de Derecho y los ciudadanos.

 

jueves, 4 de mayo de 2017

Los Presupuestos de Pedro Sánchez

 

Anda el personal muy revuelto porque el apoyo del PNV a los Presupuestos cuesta 4.000 millones de euros en cuatro años y, sin embargo, los árboles no nos están dejando ver el bosque.

Los presupuestos para 2017 no son los que querría haber aprobado Rajoy, él hubiera estado encantado con haberlos podido consensuar con el PSOE como se hizo con la aprobación del techo de gasto a cambio de subir el Salario Mínimo.

Muy al contrario, estos Presupuestos son los que el PSOE ha impuesto aprobar como consecuencia de su descomposición interna.

Una situación que unida a un proceso de elecciones internas ha radicalizado las posiciones de los dos candidatos “orgánicos”, Susana y Patxi, y les impide contemporizar con el adversario, el PP, aunque sea en aras del bien común.

Es por ello que, si a alguien hay que pedirle cuentas de los desequilibrios territoriales del nuevo Presupuesto es al PSOE y a la cobardía de sus máximos líderes para afrontar los costos, pero también los beneficios, de pactar políticas de Estado por temor a que les etiqueten como “menos socialistas” que Pedro Sánchez, cuando este de lo que va sobrado es de ser más anti PP y más ególatra que nadie.

Y no pensemos que al debate de Presupuestos va a ir Rajoy desarmado y cautivo pues no tiene más que plantear al PSOE que la solución la tiene en sus manos, pactando con el PP los presupuestos y dejando en la papelera la bajada del cupo vasco y las inversiones en las provincias vascongadas.

Sea cual sea la respuesta, Rajoy de un plumazo se habrá cargado a Patxi López, que apoya el gobierno del PNV y a Susana Díaz, y seguirá trabajando a favor de Pedro Sánchez que es lo que piensa que le viene mejor para seguir ganando elecciones.

Y por otro lado ¿de qué otro modo vamos a ir a Paris en AVE si no es pasando por las Vascongadas o Cataluña?