Este comentario no pretende ser
simpático ni remar en dirección que impone la corriente. Muy al contrario
pretende mostrar lo que los medios de comunicación y presión han conseguido
ocultar: El Ministro Soria ha defendido el interés general de los españoles.
1.- Se ha enfrentado al lobby de
los que se enriquecían con las “primas a las renovables” que tan generosamente,
y a costa de todos los españoles, Zapatero les regalo de por vida y por la que
nos cobraban la electricidad a precio de oro. Las sucesivas sentencias y
laudos internacionales que ha ganado el
gobierno de España contra las reclamaciones de esto “ecojetas” y sus mariachis
le dan la razón.
2.- Se ha enfrentado al lobby de
las Televisiones Tele 5 y Antena 3, obligándoles a cumplir las sentencias del
Tribunal Supremo que declaraban irregulares la asignación de canales a su favor
y les obligaban a indemnizar a los perjudicados.
3.- Se ha enfrentado al lobby del
carbón español, unos cuantos que se forran con el precio del carbón
subvencionado por el que lo pagamos como si lo trajeran en primera clase de
avión desde el otro extremo del mundo y de unos sindicatos y trabajadores que
pretenden que mantengamos artificialmente unas condiciones laborales ajenas a
cualquier comparación entre productividad y competitividad, y no digamos nada
en cuanto a su aporte de CO2 a la atmosfera en contra de los criterios de Kioto
o París.
Solo con estos tres ejemplos
estaría más que justificado su papel como Ministro de Industria y Energía.
Un papel y una defensa de los
intereses generales de los españoles de a pie que se han visto reflejados en el
abaratamiento de la factura de la luz, el gas natural y butano sin ir más lejos
y que le ha llevado a enfrentarse a lo más reaccionario y prolobbys del
gobierno de Rajoy representado por la
Vicepresidenta Soraya Sainz de
Santamaría, esa que el grupo Prisa- El País y la SER, llevan años sin criticar
y Montoro.
Pues bien han sido esos mismos
sectores los que han aprovechado la propuesta de nombramiento de Soria para el
banco Mundial los que han sacado las navajas para cobrarse pasados agravios.