jueves, 16 de junio de 2016

Cameron, esclavo de sus palabras y camino del desastre no convence a nadie


Decían los clásicos que “somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios” y en estos días tiene que estar acordándose de ello David Cameron  a todas horas.

En su apuesta por ganar a la vez al sector euroescéptico de los británicos y al sector crítico de su propio partido utilizo el referéndum  sobre el Brexit como amenaza con la que conseguir nuevas ventajas de la Unión Europea y una vez obtenidas alardear de ellas para pedir el SI en el referéndum sobre la pertenencia a la UE, Cameron va camino de estrellarse.

Y aunque las soluciones  sencillas suelen ser las más fáciles a los grandes problemas en esta ocasión está a punto de costarle un disgusto por falta de cálculo, por pasarse en la frenada.

Y es que a la hora de decir “digo donde antes dije Diego” la mayoría no lo cree. Es difícil decir que lo que antes era negro ahora en blanco y que te crean.

Es por eso que del tratar de convencer, Cameron ha pasado directamente a la amenaza del desastre que supondría salir de la UE, subida de impuestos, salida de capitales y empresas, etc. Y creo que no le da resultado si nos atenemos a que día a día aumenta el cumulo de horrores que lleva aparejado el Brexit.

Puedo imaginar cómo se estarán divirtiendo más de un líder europeo ante las “canutas” que está pasando el Premier británico, ese tan chuleta que se presentó exigiendo en la Cumbre europea para no salirse del club.

Puedo imaginar cómo se lo estará agradeciendo Farage, un líder mediocre de un partido nacionalista  a la baja por el balón de oxígeno que le ha proporcionado  a su partido que ahora remonta aupado en su oposición a la libre circulación de trabajadores europeos y a la inmigración equiparando unos y otros.

Puedo imaginar cómo agradecerán los críticos a Cameron dentro de los Conservadores  el que les haya proporcionado una bandera común, la del NO a la Unión Europea, para agruparlos y dejar  atrás diferencias que antes los dividían y los hacían inofensivos.

Por todo ello Camerón no pasara a la historia como un estadista. Como ya señalo Churchill “los errores de tiempo son peores en política que en gramática”.

Por eso y por qué no ha sabido articular un mensaje fuerte con el que convencer a los británicos  de la conveniencia de permanecer en la Unión Europea, podría aprender  de Gordon Brown http://blogs.elconfidencial.com/espana/cronicas-desde-el-frente-viral/2016-06-16/brexit-referendum-brown-reino-unido-union-europea_1217922/ de cómo articular un mensaje ilusionante  y a la vez verosímil para la mayoría y al que la mayoría de los británico estaría encantado de unirse. Es la diferencia entre aspirar a ser un Líder o aspirar a ser el mejor de entre los mediocres.
Por eso y aún cuando salga el SI a permanecer en la Unión Europea nadie se lo agradecerá ni lo tomara como una medalla que atribuirle a Cameron, muy al contrario pues no habrá conseguido ninguno de sus objetivos,  ya que el de las ventajas europeas era el que le despertaba menos interés y lo veis como puramente instrumental.

 

 

 

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