Y es que él solo
se ha puesto en el disparadero con su celebrada frase “no es no ¿Qué parte no entiende?”. Todo aquel que haya participado
en una negociación sabe antes de comenzarla que ha de haber un momento en el
que ceder y para ese momento debes tener preparado un “Plan B”.
Pero Pedro no, él era el más guapo y listo de la clase e
iba a solucionar la ecuación de
No a
Rajoy
No a
Podemos
No a
terceras elecciones
Nadie veía la solución a ese acertijo, solo él, claro que
detrás de tal seguridad solo existía una mentira, mentira que denuncio Felipe González
que creyó hasta el último momento que era una estratagema para arrancar al PP
la dimisión de Rajoy o concesiones mayores en materia educativa y económica con
las que el PSOE pudiera justificar su abstención ante el PP.
Pues ben ahora se encuentra ante otro dilema imposible y
nadie va a hacer por solucionarle la papeleta
Si
se abstiene pierde la coherencia y firmeza de sus convicciones, dejando en un papelón
a los que secunden el No
Si
vota no ¿Cómo va a presentarse a Secretario General del PSOE y pretender, si
gana, que alguien obedezca sus mandatos?
Si al final opta por ir al baño en el momento de la votación
quedara como un cobarde y solo cosechara el rechazo de los que aún le siguen,
más por conveniencia que por convicción.
Pedro Sánchez es un cadáver político, lo que pasa es que
aún no lo sabe.