Se acaba de publicar el avance de
la producción y consumo eléctrico en España en 2015. Y a la espera de la
Memoria anual que publique Red Eléctrica Española podemos ir sacando algunas
conclusiones del comportamiento en 2015 y proyecciones para 2016.
Por primera vez en 2015 la
demanda peninsular de energía eléctrica creció un 1,8% con respecto al 2014,
hasta alcanzar los 248.000 gigavatios hora (GWh), primer valor positivo de los
últimos cinco años.
Las fuentes de generación por su
importancia han sido la nuclear con un
21,9%, el carbón 20,3%, la eólica 19%, la hidráulica 11%, la cogeneración y
otros 10,6%, el ciclo combinado 10,1%, la solar 5,1% y la térmica renovable 2%.
De ello resulta que en el 2015 ha caído la generación hidráulica, un 28,2% y descendió la eólica un 5,3% respecto a 2014.
Respecto a la hidráulica hay que
hacer énfasis en que en el 2014 se produjeron 32.408 GWh, un 40% más de energía hidroeléctrica de los
que era la media de los últimos 5 años, 27.740 GWh, mientras en 2012, el peor
de la serie, se produjeron 12.722 GWh, un 54% menos que la media anual. El 2015
puede explicar este dato a la baja por las menores precipitaciones y por ello la
menor capacidad embalsada.
Dado que las precipitaciones no
muestran síntomas de recuperarse de una manera significativa el 2016 podría
estar cerca de los niveles mínimos alcanzados en 2012 lo que supondría rebajar
un 25% más la generación hidráulica respecto a 2015.
Pese a ello la energía eléctrica
de fuentes renovables ha supuesto el 37,4% lo que supone una reducción de su
contribución de un 5,3% respecto a 2014 por las menores precipitaciones de
lluvia y el menor régimen de vientos en 2015.
Por otro lado los datos ponen de
relieve la importancia que sigue manteniendo la generación por carbón, un
20,3%, que la situó como la segunda fuente de generación solo por detrás de la
nuclear.
Esta preponderancia está en vías
de reducción, tanto por la obsolescencia de sus instalaciones como por los
compromisos de reducción de emisiones de Co2 alcanzados en la pasada Cumbre del
Clima de París.
Fruto de lo anterior cabe
aventurar las siguientes Proyecciones para 2016
1.- El Carbón será sustituido por
el Ciclo Combinado y en menor medida por las renovables.
La reducción del consumo de
carbón vendrá motivada por las fuertes
reducciones a las emisiones de Co2 asumidas en los compromisos por el Clima de
la Cumbre de París, la eliminación de las subvenciones a la producción de
carbón nacional unido a la eliminación
de las “primas” o cuotas a las eléctricas para su quema.
Lo lógico, que no siempre se
impone, sería la sustitución del carbón por el Ciclo Combinado (gas natural) del
que solo usamos el 10,8% del total de su
capacidad potencial instalada (25.348 GWh de 204.259 GWh) con lo que llegaríamos
a usar un 30% de la capacidad instalada de Ciclo Combinado sin necesidad de
nuevas inversiones ni mayor coste para eléctricas y consumidor.
Aparte de ello reduciríamos la
huella de CO2 por la mayor eficiencia del Ciclo Combinado frente al carbón y emplearíamos
parte de la sobre capacidad de
regasificación instalada en la Península Ibérica pues 8 de las 12 plantas
existentes en Europa están entre España
y Portugal.
2.- Se reducirá, como mucho se mantendrá, la contribución absoluta y
proporcional de las energías renovables
Y ello porque si en el 2015 la
reducción de producción hidroeléctrica respecto al 2014 ha sido de un 28,2% por
las menores precipitaciones y volumen embalsado, el 2016 lleva la misma inercia
de bajas o moderadas precipitaciones con la correspondiente reducción del
volumen de los embalses que no podrán reducirse más allá de lo que permita el
abastecimiento de las poblaciones y el mantenimiento del caudal ecológico mínimo
de nuestros ríos lo que mermara la producción eléctrica.
Viendo que la contribución proporcional a la generación de
la hidráulica supone la mitad que la eólica
y el doble que la solar, los incrementos de una u otra en el 2016 solo vendrán a
compensar la reducción de la hidráulica y en su caso permitirán mantener el
porcentaje del 37,4% que se alcanzó en 2015 de energía renovable.
3.- Se revalorizara la
importancia de la energía nuclear como fuente de generación de respaldo o garantía
al suministro sin aumentar su producción.
Visto que la energía hidráulica,
un 11% de la generada, no puede asumir el carácter de energía de respaldo al
depender directamente de las precipitaciones y reservas de los pantanos y no
poder en tan escaso margen de tiempo poner en funcionamiento nuevas
instalaciones de eólica o fotovoltaica en un volumen significativo, la nuclear
revalorizara su papel como fuente de respaldo aunque no pondrá aumentar su contribución
absoluta al sistema, que está en el 98,5% de su potencial a no ser que se de
autorización de puesta en marcha a Garoña (Burgos) lo que es poco probable
vistas las objeciones y condiciones impuestas por la Confederación Hidrográfica
del Ebro
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