viernes, 26 de febrero de 2016

La campaña electoral más larga, de aquí al 26 de Junio


Quisiera equivocarme, pero va a ser que no. Va a haber nuevas elecciones el 26 de Junio y Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera lo saben.

Saben que no juegan a ganar, si no a que no gane el de enfrente.

El PP no votara a PSOE + Ciudadanos=130 diputados

El PSOE no votara a PP + Ciudadanos= 160 diputados

Y Podemos no votara a nadie que no sea el mismo.

¿Y por qué?  Por qué tres no acuerdan si uno no quiere, y si no son al menos tres las cuentas no salen.

En el caso de PP +Ciudadanos + PSOE el que no quiere es Sánchez, que ya le ha dicho 12 veces al PP que NO. Y le dice que NO porque sabe que de otra manera no será revalidado como Secretario General del PSOE.

Y si dice que no y fuerza nuevas elecciones entremedio habrá el  Congreso del PSOE que a semanas vista de unas elecciones no descabalgara a su líder y cartel electoral con lo que Sánchez ganara tres años más.. o eso piensa él”.

Y lo piensa porque cree que después de la campaña de imagen que le proporciona su acuerdo con Ciudadanos, su candidatura a Presidente del gobierno de España  no va a tener peores resultados que el 20 Diciembre.

Y si levanta aunque sea un solo diputado más que sus escuálidos 90 del 20 de Diciembre cree que estará salvado. Lo venderá como un éxito personal y tres años más de Secretario General. Que es lo único que le importa.

En el caso de Podemos, Iglesias tampoco quiere. Y no quiere porque esta convencido de que en las elecciones del 26 de Julio se “comerá” el millón de votos de Izquierda Unida, con lo que aumentara su número de diputados y su poder de influencia para posibles pactos, estando muy cerca de superar al PSOE con lo que se convertirá en Candidato a Presidente o líder dela oposición. Para él es ganar o ganar.

En fin que resignémonos, de aquí al 26 de Junio no habrá nada más que una eterna campaña electoral donde nos tocara volver a repartir diputados sin la certeza de que ese nuevo reparto vaya a cambiar nada.


jueves, 18 de febrero de 2016

La Republica Bolivariana como el paraiso de las libertades ó la democracia marxista (por Groucho) que Pablo Iglesias quiere para España


No es la primera vez que escribo sobre el "tufo" totalitario de Podemos y su líder carismático Pablo Iglesias.
 
No me refiero ya al daño que podría hacer a la economía y al empleo en España. Como ya demostraron los ocho años de Zapatero, hasta de eso -aun con mucho sufrimiento- se sale.
 
No,  voy a la raíz, al régimen de derechos, libertades y deberes de los que somos titulares todos y cada uno de los españoles y no solo los militantes, votantes o simpatizantes de Podemos.
 
 
Viene esto al caso del programa que han presentado como base para un acuerdo de Gobierno con el PSOE.
 
Vale ya que cuando reclaman para si áreas de gobierno, ministerios y competencias, no reclamen ni uno solo de los llamados ministerios "sociales". Ello solo demuestra que el "sufrimiento" de millones de españoles sin empleo solo les sirve de coartada a su discurso político.
 
No, van y reclaman el ministerio del Interior, el de Defensa, Justicia, el Centro Nacional de Inteligencia y la Televisión pública.
 
Lo primero que hay que agradecerles es que su "borrachera de soberbia" les lleve a proclamar sin disimulo lo que de verdad anhelan, el CONTROL de los instrumentos que el Estado tiene para IMPONER por la fuerza sus dictados y los elementos de propaganda de este mismo poder.
 
No contentos con ello en el programa que han presentado públicamente proclaman sin disimulo que exigirán “compromiso con el programa del Gobierno” a jueces y magistrados además de a los miembros de sus órganos de gobierno.
 
Creo que sin saberlo, pues carecen de cualquier memoria histórica, acaban de resucitar a los Tribunales de Orden Público de Franco. ¡Chúpate eso!
 
¿Y como llamaran a Podemos una vez instalado en el poder ? Tiene tan poco rubor que no dudo que se les ocurra llamarlo "El Movimiento" y sin mover una coma podrían reproducir como su ideario "Los Principios Fundamentales del Movimiento" que algunos aún relacionamos con el NODO.
 
Y sin embargo nadie grita contra esto en radios y televisiones.
 
No hay portadas de diarios abriendo a cuatro columnas sobre el peligro totalitario que traen consigo. Es la triste herencia de una LOGSE que ha producido la generación de analfabetos funcionales en España. Sabrán leer pero creo que han dejado una generación anestesiada, con el mínimo sentido crítico de toda nuestra historia.
 
En tiempos de Alfonso XIII y la II Republica los debates parlamentarios suscitaban debate y movilizaciones en la calle.
 
 
Hoy los españoles se aborregan ante "mujeres, hombres y viceversa" o "sálvame" y siguen dejándose llevar a cualquier parte en función de filias o fobias que no tiene más base que la última frase ocurrente o el mejor plano en televisión.
 
Si me preocupa lo anterior, no es menos lo que me preocupa que ante la crítica de las Asociaciones Judiciales ante tal disparate su respuesta no haya sido el bochorno, la disculpa pública y la dimisión de su redactor. ¡NO!,   al modo de Groucho Marx han salido y dicho "¿No les gustan mis principios? NO se preocupen tengo otros", han pasado el corrector del ordenador, el tippex, y a otra cosa mariposa.
 
Y sin embargo el peligro sigue ahí porque sus principios y sus actos no han cambiado. Dios nos libre.
 
Para ver otros post sobre el tema

lunes, 15 de febrero de 2016

Si no sois capaces de llegar a un acuerdo hacernos un favor a todos e IRSE



El pasado viernes se encontraron Rajoy y Sánchez. Digo bien, se encontraron, pues lo que hicieron no merece el calificativo de reunión, que es lo que tenía que haberse producido.
Ambos dieron una imagen lamentable más propia de un patio de colegio que de los cabezas de los partidos más importantes y votados de España.
El uno, Sánchez, convocando al otro, Rajoy, para cubrir el expediente. Dispuesto a no ofrecerle ni pedirle nada, ni siquiera dispuesto a oírle. El otro, Rajoy, en plan novia ofendida negándole el saludo a Sánchez como si con ello arreglara algo y solo dispuesto a hablar de su libro.
En el tiempo transcurrido desde las elecciones del 20 de Diciembre ninguno de ellos ha estado a la altura.
Sánchez, después de cosechar el peor resultado del PSOE, poniéndose” divino de la muerte” y negando de plano cualquier posibilidad de acuerdo con el PP. Por su parte Rajoy, sin tratar de hablar y acordar con Ciudadanos o PSOE, esperando que la presidencia del gobierno le cayera por fuerza del “mal menor” y desperdiciando los balones que le centraba Ciudadanos haciéndose como el que no se enteraba o necesitara de ellos.
A mí, y creo que a muchos españoles, nos importa un pimiento si se llevan mal o bien, si entre ellos existe o no empatía, lo que de siempre ha sido llevarse bien.
Millones de españoles tenemos que trabajar y tratar a diario con verdaderos capullos y nos aguantamos porque nos ha tocado así y no hay más remedio.  Hacemos nuestro trabajo, cumplimos y cuando llega la hora de echar el cierre si te he visto no me acuerdo y hasta mañana que será otro día.
Pero eso que es lo que podemos hacer Ud. o yo. A dos candidatos a Presidente del Gobierno de España hay que exigirles algo más.
Lo primero, asumir la realidad de los números. Y es que salvo alianzas imposibles (con separatistas, populistas y demás ralea) formar un gobierno es imposible. Una vez que se llega a esa conclusión lo evidente es la necesidad de llegar a un acuerdo.
Lo segundo, y primero en importancia, es darse cuenta de que representa el interés general, que nada tiene que ver con lo que a uno u otro le pueda gustar más. Y el interés general es el de no desbaratar lo que hasta ahora y desde 1978 llevamos hecho y sembrar un futuro en común para los españoles durante los próximos 20 años en temas como la educación, la justicia, el empleo y las relaciones exteriores de España.
Llegados a este punto si estos señores, Rajoy y Sánchez, no son capaces de entenderlo y llevarlo a cabo lo mejor es que se aparten y den paso a quienes puedan llevarlo a cabo dentro de su partido uniendo en ese empeño a Ciudadanos.
Por eso y como ya dijo Lola Flores ¡Si me queréis, IRSE!,