Pudiera parecer que con su
victoria en las primarias y la entrega de 13 de las 17 agrupaciones regionales
al “sanchismo” el panorama del Pedro Sánchez está despejado. Nada más lejos de
la realidad.
Por un lado, hay que volver a
recordar que Pedro Sánchez ganó con la mitad de los votos de la militancia con
lo que ante sí tiene la tarea de atraerse a buena parte del 50% que no
comparten su proyecto, misión más ardua si cabe si estos “opositores” se ven
descabalgados por los partidarios de Sánchez en la bicoca de sus puestos orgánicos
y electos, pues si les tocan el sueldo de opositores pasaran a irreductibles.
Por otro, el dejar vivos, con
papel orgánico, territorial y con mando en plaza a cuatro de sus más señalados
enemigos como son Page en Castilla La Mancha, Vara en Extremadura, Puig en
Valencia y Susana Díaz en Andalucía no aventura nada bueno si a las primeras de
cambio siguen los tropezones electorales del PSOE, y con Pedro ya llevan
cuatro.
Pero si este es el panorama por
el lado de los barones “a la contra”, tampoco son mejores o mejor intencionadas
las acciones en el campo de Pedro Sánchez y como muestra un botón. El
nombramiento de Alfonso Rodríguez de Celis como Secretario de Relaciones
Institucionales lanza un mensaje directo al estómago de Susana Díaz. Este
sevillano es, digámoslo suavemente, el “cordial archienemigo” de Susana en la
agrupación socialista sevillana. Habiendo coincidido en el partido y como
concejales en el Ayuntamiento siempre han estado enfrentados y sus palabras y
actos siempre han sido irreconciliables dado que toda acción política de uno u
otro se resumía en “quítate tú para ponerme yo”.
Tampoco tiene mejor pinta el
panorama en Valencia donde el nuevo “portavoz in pectore”, Abalos, fue la opción
que resulto vencida por Ximo Puig en el anterior congreso y a la que se le negó
cualquier posibilidad de integración. Vistos los resultados de las primarias en
Valencia donde también ganó Pedro Sánchez no hay que descartar que los
movimientos lleguen antes que después pues tiene como premio la presidencia de
una Comunidad Autónoma que además es gobernada en coalición con la franquicia
de Podemos en aquella región. Punto este que no hay que dejar pasar en la
estrategia de Pedro Sánchez de aproximarse al electorado de Podemos para darle
el “sorpassso”.
Y para rematar la elección de
Cristina Narbona para presidir el PSOE. Cierto que últimamente este puesto
estaba muy infravalorado y quienes lo asumían carecían de la proyección
nacional o sentimental que tuvieron Rubial o Chaves, pero el elegir a la mujer
de José Borrell habla bien a las claras de en sustitución de quien se ha
elegido o porque, y le niega de inicio cualquier poder conciliador o mediador a
esta figura con vistas a tender puentes con la oposición interna. Vamos que el
PSOE está de todo menos tranquilo y aquí las distintas posturas lo único que se
han concedido es una tregua, sino al tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario