Con motivo del referéndum en la
república de Irlanda sobre el aborto y la victoria del SI no ha dejado de
sorprenderme el tratamiento que en su mayoría le han dado los periódicos
españoles señalando que la victoria del apoyo al aborto eliminaba una
“anomalía” en el entorno europeo.
Sorprende con que falta de
reflexión y análisis las líneas editoriales de los distintos periódicos daban a
entender que lo normal es despenalizar y facilitar la eliminación, sin causa
alguna que lo pueda justificar, de una vida humana dentro de sus 12 semanas,
tres meses, iniciales de vida.
Y se entiende menos cuando
sabemos que en nuestro entorno, en nuestro sistema sanitario y farmacéutico hay
todo un abanico de medios anticonceptivos - píldora, preservativos, DIU,
píldora del día después, etc.- muy económicos, de fácil e inmediata
dispensación que impiden un embarazo no deseado a toda mujer que así lo desee.
¿Entonces qué bien jurídico
protegemos? Porque antes de esta reforma de plazos existía en España una
legislación sobre el aborto que abarcaba las causas que pueden ser más
entendibles, malformaciones, violaciones, peligro para la madre que a la vez
cubrían la actuación del médico que intervenía en dicha operación. Una
legislación que puso en marcha el PSOE y que fue asumida por el PP sin mayor
problema porque si ponía dos derechos personales relevantes en la balanza, los
de la madre y los del futuro hijo.
Lamentablemente este consenso se
rompió y descompenso laminando el derecho a vivir del que está por nacer y no
tiene culpa alguna al que se le priva de un futuro en plenitud.
Por ello es por lo que digo que
la anomalía no la representaba hasta hace poco Irlanda, y a partir del
referéndum, Polonia, Malta, Chipre, sino que la anomalía somos aquellas
naciones europeas y sus ciudadanos que hemos abdicado de la defensa del mas
indefenso y hemos trivializado un principio tan esencial como es el derecho a
la vida. Luego no nos llevemos las manos a la cabeza cuando por el otro lado se
defiende la eutanasia activa que no es otra cosa que el suicidio pasivo y que
de allí pasemos a la eugenesia donde los que se vayan considerados inútiles
sean indefectiblemente eliminados por no sé qué concepto de bien común.