miércoles, 2 de diciembre de 2015

Las pensiones no se defienden creando nuevos impuestos si no reduciendo el gasto público y favoreciendo la creación de empleo


Recientemente el programa del PSOE ha alumbrado una iniciativa propia de quien ha tirado la toalla y no tiene confianza alguna en España, los españoles y lo que es peor, se ve incapaz de aportar nada nuevo para mejorar nuestro nivel y calidad de vida.

Las pensiones públicas están en riesgo por:

1.- El envejecimiento de la población, de manera que no está asegurada la sustitución de una generación por otra que exige un mínimo de 2,1 nacimientos por pareja.

2.-El desempleo de más de 4 millones de españoles, lo que por un lado impide beneficiarse de las Cotizaciones Sociales e Impuestos que ingresarían de estar trabajando y por otro lado suponen un mayor gasto público al recibir prestaciones por desempleo.

3.-La devaluación de salarios. La crisis ha traído consigo la devaluación interna de salarios. Con ello hemos ganado competitividad pues producimos más unidades físicas a menor coste unitario en euros pero también provoca que las cotizaciones de quienes se incorporan a trabajar sean inferiores a las bases de aquellos que acceden a la cotización. Para entendernos quien hoy se jubila cobra más que quien se incorpora a trabajar.

Eso es lo que provoca que mes a mes el Gobierno tenga que recurrir al Fondo de Reserva de las Pensiones (que engordo durante el gobierno de Aznar y los cuatro primeros años de Zapatero) para compensar la nómina de las pensiones.

Pues bien la solución a ese desequilibrio no viene de un nuevo impuesto, un nuevo reparto de la miseria, pues ya tenemos ejemplos de nuevas figuras tributarias como la que recae sobre los premios de la Lotería Nacional que ni de lejos han cumplido la previsión de ingresos con que se establecieron.

Por eso el PSOE, y el resto de partidos, haría bien en proponer medidas para asegurar la sostenibilidad de las pensiones  basadas en:

A.- Fomento de la creación de empleo, a ser posible indefinido, mediante la rebaja de cotizaciones sociales, eliminación del factor “número de empleados” en el cálculo del IRPF por módulos, rebaja de la indemnización por despido de los trabajadores fijos y elevación de la indemnización por despido de los temporales o en su defecto, como propone el PP, establecer el modelo austriaco.

Esta creación de empleo tendría el efecto inducido, y beneficioso, de reducir la cantidad que se paga por prestaciones por desempleo.

B.-Fomentar el ahorro privado con vistas a la jubilación, mejorando el tratamiento fiscal cuando llega el día de la jubilación que ahora se hace integrando la cantidad recibida en la Base Imponible general, por su tratamiento como un rendimiento del ahorro como también ha hecho el PP.

C.-Reducir el gasto público, de manera que se dejaran más recursos en manos de la iniciativa privada y en el bolsillo de los ciudadanos a la vez que abarataría el crédito de ciudadanos y empresas al no competir con el Estado en la captación de préstamos. Y esto como se hace :

1.-Reduciendo Administraciones e Instituciones que han perdido su razón de ser como las Diputaciones y el Senado. Las competencias de las Diputaciones se pueden asumir por las CCAA como ya se hizo en las Comunidades Autónomas uniprovinciales de La Rioja, Asturias, Cantabria y no parece que les vaya mal. Y sobre el Senado...sobran las palabras.

2. Reduciendo el gasto corriente por ejemplo introduciendo a las empresas de Servicios Energéticos en la gestión del alumbrado y suministro eléctrico. Estas aseguran de inicio una rebaja del 20% en la factura eléctrica. Y un 20% de todo el consumo eléctrico público (Estado, CCAA y Ayuntamientos) no es moco de pavo. Igual se puede hacer introduciendo plataformas conjuntas de compras de consumibles homogéneos como pueden ser papel, bolígrafos, ordenadores, maquinaria y vehículos, todos sabemos que en precios unitarios cuesta menos un camión de melones que un melón, pues traslademos esto al gasto público.

3.-Homogeneizando las categorías, formación y acceso a la Administración de todos los funcionarios públicos en categorías de Técnico Superior, Medio, Administrativo, etc. de modo que pudieran moverse por todas las administraciones y el territorio español lo que haría más eficiente la asignación de personal y la carrera profesional de los mismos.

Estas y otras medidas van en el sentido de crear y ahorrar. Repartir la miseria nunca es el camino, solo lo es de los que se sienten derrotados antes de empezar el partido.

 

 

 

 

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