El gran avance de la teoría de juegos
como técnica de negociación es que por ella 2+2 bien pueden ser 5 ó 6. Y es que
mientras tradicionalmente se entendía que en una negociación lo que uno obtenía
siempre era a costa de lo que el otro perdía, la Teoría de los juegos demuestra
que en una negociación colaborativa el resultado para ambas partes puede ser
mayor, o más beneficioso, que el punto de partida para ambos.
Y esto es algo que parecen haber
olvidado el Ministro de Finanzas y el Primer Ministro griego.
Su postura es del todo o nada, o
mejor “todo para mí nada para ti”.
Y claro así no se puede ni empezar. Sobre todo cuando uno tiene una deuda pública del 175% de sus PIB y no tiene la
bomba atómica. Y es que la salida del Euro está lejos de ser la bomba que pudo
ser.
No se puede pretender
1.- Perdónenme el total o gran parte
de mi deuda
2.- Alarguemos los plazos de pago
hasta el infinito de la parte que no me perdonen
3.- Aumentar mi gasto social, la
plantilla de funcionarios y el tamaño de mi sector público y
4.- Yo por mi parte no acometeré
ninguna de las reformas que evitarían llegar de nuevo a ese gigantesco déficit
que Ustedes me acaban de perdonar.
Y es que por mucho que el humo de la
“quita” no nos deje ver el fuego es en
los puntos 3 y 4 donde reside el problema.
La Unión europea estaría dispuesta,
de eso ha dado señales, a “reestructurar” la deuda griega en forma de rebajas
en la cantidad o alargamientos de los plazos pero no puede entregar esto a
cambio de nada, y menos que nada sin resolver los problemas estructurales
griegos que le han llevado a esta situación
a.- Un sistema fiscal ineficiente con
escasa capacidad de recaudación para el volumen económico de Grecia
b.- Un sector público
sobredimensionado para el nivel de población y riqueza griega y
c.- Un gasto en subsidios y
prestaciones sin igual en Europa
Todo ello sostenido por los
continuos préstamos de sus socios europeos.
Y es que no es posible gastar de
forma indefinida por encima de lo que se ingresa. Las familias y las empresas
lo tienen asumido, parece que Varoufakis y Tsipras no.
Y si de verdad Obama, Putin o los
chinos quieren ayudar al gobierno griego lo tienen muy fácil,
menos palabrería y compren al resto de europeos lo que nos deben los griegos, y
eso sí luego negocien con ellos. ¿A qué va a ser que no?
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