Recientemente
Telefónica ha anunciado que llevará la fibra óptica al 97 % de los hogares españoles y
extenderá su cobertura 4G a toda España en 2020, “condicionado a contar con una
regulación que incentive la inversión en redes”.
Y en ese matiz nos jugamos el futuro digital de España.
Y en ello tiene mucho
que decir el Ministro de Industria y la Comisión Nacional de los Mercados y la
Competencia (CNMC)
Y es que hasta que la
CNMC anuncio en Diciembre de 2014 que trabajaba en la regulación del acceso a
la fibra por todos los operadores , Telefónica tenía anunciados esas 20
millones de unidades inmobiliarias pasadas a
la fibra para 2017.
La fuerte inversión por
Telefónica -y la ausencia de una alternativa vía regulación-, habían obligado a
Vodafone y Orange a invertir masivamente en redes fijas, primero desplegando
sus propias redes y luego comprando las otras redes que ya existían, Ono y
Jazztel.
Ese círculo virtuoso de
inversión y contra-inversión, tenía el potencial para convertir a España, por
una vez, en uno de los países más avanzados del mundo en un área que es el
sistema nervioso de la economía moderna, colocándonos como un país más
competitivo y más atractivo para la inversión. Porque además, el papel tractor
que ha jugado Telefónica en el fijo lo está jugando Vodafone en el móvil 4G.
Ahora ese círculo
virtuoso para las redes fijas está en peligro de romperse si Telefónica decide
no continuar con sus ambiciosos planes de inversión debido a la regulación.
Aunque es obvio que los tres operadores lo estaban haciendo en defensa de sus intereses entre los tres nos iban a
"regalar" a los españoles una infraestructura vital y de un alto
coste.
Frente a ello Italia
anuncia a bombo y platillo un plan de
inversión plurianual de 12.000 millones de euros, de los que 7.000 millones los
tendrá que poner el Estado, para acelerar el despliegue de esas redes vitales.
7.000 millones que los españoles no estamos poniendo del dinero de nuestros
impuestos porque los están poniendo los accionistas de los tres grandes
operadores.
Ahí estriba la
importancia de acertar en la regulación del acceso a la fibra en España pues si
no se estropea la cosa nos ahorraríamos esos 7.000 millones que no nos sobran.
Y todo por eso tan
practico del funcionamiento del mercado y la libre competencia entre 3 de los 4 grandes operadores europeos
buscando su propio y legitimo interés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario