La izquierda española siempre ha
suspirado por el “modelo escandinavo”. En su momento Felipe González bebía los vientos por
el modelo sueco de Olof Palme y ahora Pablo Iglesias con Podemos detrás no iba
a ser distinto.
Y sin embargo esta aproximación o
fascinación se hace desde el simplismo o la simple ignorancia.
Y es que parecen no haber
reparado en que en los países nórdicos no existe un salario mínimo, lo mismo
que no existe en Alemania, Italia o
Suiza pero es que además tampoco existe en Dinamarca la indemnización por
despido y las pensiones públicas están sostenidas por los impuestos generales y
las contribuciones personales, mientras que los empresarios aportan un
porcentaje bastante reducido al sistema, muy alejado del 39% sobre los salarios
que pagan en España.
En cuanto a los impuestos el IVA tiene
un tipo único del 25% para todos los productos- los pañales y los yates de
lujo- y lo otros impuestos indirectos (matriculación de vehículos, energía,
bebidas) son más caros en Dinamarca que en España, al igual que el IRPF, aunque
el impuesto de sociedades es menor, el 25%.
Pero es que ni siquiera esta gran
recaudación impositiva hace que los países escandinavos gasten más que España
en “Gasto Social”.
Como ya dijimos en este blog http://lalibertaddeelegir.blogspot.com.es/2015/05/la-fortaleza-del-mito-frente-la.html
España se sitúa en el 4º puesto en “Estado del Bienestar” solo por detrás de
Francia, Bélgica e Italia mientras que Dinamarca se encuentra en el sexto puesto
y Suecia ocupa el noveno.
La creencia de que un gran
volumen de gasto público sostiene su
alto nivel de renta es una falacia alejada de la realidad.
La envidiable situación de
Dinamarca se debe a unas administraciones muy favorables a la acción empresarial, a la
inserción de Dinamarca en la economía mundial y a su capacidad de aprovechar
las ventajas comerciales de la globalización.
Por eso sorprende que un país de
sólo 5,6 millones habitantes (menos que Madrid),tenga un comercio internacional
(importaciones más exportaciones) del 102,6% del PIB (España 64,2%). El
verdadero soporte de Dinamarca no es el gran volumen de gasto público, sino ser
una de las economías más liberalizadas del mundo, como pone de manifiesto su
posición en el índice Doing Business sobre la facilidad para hacer negocios:
ocupa el cuarto lugar, mientras que España es la trigésimo tercera. Lo mismo
sucede en el índice de Libertad Económica (puesto 11 frente a nuestro 49) o en
el Global Competitiveness Index (puestos 13 y 35, respectivamente).
Por ello hay que reconocer que
sólo una potente economía de mercado es capaz de soportar un gran volumen de
gasto público.
Entonces ¿te enteras Iglesias? ¿Todavía
quieres hacer en España lo que hacen en Dinamarca? Visto lo visto yo me apunto,
no sé tú y los tuyos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario