jueves, 27 de abril de 2017

Pedro Sánchez, el enterrador del PSOE


El de enterrador de una organización centenaria como es el PSOE es el oficio al que se está empleando con inusitado empeño Pedro Sánchez y que puede hacer realidad ganando las primarias del PSOE, que las puede ganar.

Y no es que me importe porque no comparto nada del ideario de esta formación que paulatinamente ha ido perdiendo la O de obrero, la E de español y está a punto de perder la S de socialista para quedarse con la P de partido o estructura de colocación de quien no tiene otra manera de ganarse la vida.

Sabido es que Pedro Sánchez ya hizo bastante para enterrar al PSOE en las dos últimas elecciones bajando su listón hasta los 85 diputados, pero parece empeñado, impulsado por su profundo rencor contra aquellos que lo apearon de la Secretaría General del PSOE, en alcanzar más bajas metas.

Si fuera por sí mismo y lo que aporta no habría de que preocuparse, pues tras su fachada y estética sonrisa apenas se oculta nada más que el “no es no” y una ambición de poder personal sin límites.

Pero es que las circunstancias parecen estar aliándose con él para que cumpla su propósito.

1.- La sucesión de causas de corrupción que aún siguen afectando a dirigentes, en activo o no, del PP lo están cargando de razones para sostener que tenía razón para el “no es no”, ocultando, eso sí, que se le descabalgo de la Secretaría General no por esta postura sino por el peligro que suponía echarse en brazos de Podemos, la perspectiva que abría de unas terceras elecciones y un nuevo y más profundo batacazo del PSOE.

3.- La entidad de la candidata que tiene enfrente, porque Patxi López no cuenta para nada, Susana Díaz. En materia de gestión poco puede aportar la presidenta de una Comunidad como la andaluza que lleva treinta años gobernada por el mismo partido y no abandona el furgón de cola del subdesarrollo español y europeo. En lo político, empeñada como está en desdecirse de sus hechos, apoyo a la investidura de Rajoy, y negándose a participar en pactos de Estado con el PP en materias como Presupuestos, Educación, etc. se parece cada vez más a lo que haría Sánchez. Y entre el original y la copia los ciudadanos prefieren el que va a las claras.

3.- La actitud de los militantes, que no los votantes, del PSOE. Frente a lo que pudiera parecer la mayoría de ellos están alejados o se les ha alejado de puestos remunerados en la política por lo que no están sujetos al control de los barones y por otro lado como todos que se apuntan a un partido, club de futbol etc. muestran una radicalización que no es común al general de los ciudadanos con lo que tienden a ser más extremos que su base electoral. Razón por la que su apoyo a Sánchez como rechazo a Rajoy es mayoritario.

Estos tres hechos pueden llevar a que Pedro Sánchez gane en el PSOE y eso lleve a esta formación a la irrelevancia. Y ello ¿Por qué?

a.- El electorado español es más moderado que Sánchez con lo que sus dos revolcones electorales serían el precedente del futuro tercer revolcón.

b.-Entre el original, Podemos, y la copia, PSOE, los españoles que comulguen con ideas radicales de izquierda preferirán a Podemos y expulsaran al electorado más centrista.

c.- El triunfo de Sánchez generará una guerra civil y una “limpia” en el PSOE que afectará a cuadros y cargos electos lo que romperá la estructura y base electoral que lo sostiene.

d.- Una vez superado el “no es no” y la venta de su imagen poco o nada le queda que ofrecer a Pedro Sánchez sino es arrojarse en brazos de los separatistas perpetuando o agravando los privilegios de unos españoles frente a otros en función del lugar donde viven, por razón de lengua o su Rh.

Por eso no es aventurado afirmar que a Pedro Sánchez le quedara el triste papel de “enterrador” del PSOE, el de “un siglo de honradez y ni un minuto más”

 

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