Hace poco el
periódico económico Cinco Días publicó que en Suecia cuatro de cada cinco
transacciones ya se realizaban con tarjeta descartando paulatinamente el pago
en efectivo http://cincodias.com/cincodias/2014/11/25/finanzas_personales/1416909440_242338.html
Esto que es posible en Suecia no tiene ninguna razón para no poderse
trasladar a España y con unos efectos muy beneficiosos parara todos, salvo para
los que esconden ingresos indebidos a Hacienda, la Seguridad Social y con ello
no solo defraudan al Estado sino que nos toman a los demás por tontos.
España tiene una alta penetración en nuevas tecnologías y el uso telemático
de la banca privada, siendo de los países donde mayor número de cajeros y
Smartphone por millón de habitantes en toda Europa lo que pone las bases
necesarias, pero no suficientes para implantar esta medida de manera
generalizada.
La implantación de tal medida debiera venir acompañada de otras
complementarias como
·
La
paulatina prohibición de pagos en efectivo, empezando por prohibir los pagos en
metálico de una cuantía superior a 450€, lo que eliminaría el valor “refugio” y
“negro” de los billetes de 500€, esos que casi todo el mundo dice desconocer.
Dicha cuantía debiera reducirse periódicamente hasta llegar a su eliminación
absoluta de los pagos en efectivo.
·
El que
los salarios debieran pagarse obligatoriamente por ingreso en cuenta, de modo
que en los Juzgados de lo Social solo tuvieran valor probatorio del pago de los
mismos los apuntes por transferencia.
·
El que
los pagos por compras y ventas de bienes y servicios entre empresas solo
pudieran acreditarse ante Hacienda si viene avalados por una operación bancaria
y no de efectivo.
·
La
paulatina reducción de comisiones a establecimientos y consumidores por uso
de tarjetas hasta llegar a su gratuidad total. La banca se vería beneficiada por el
paulatino incremento de sus depósitos pues el efectivo en manos del público irá
perdiendo su utilidad e interés de manera que la tarjeta se convertiría no en
un servicio añadido, y cobrable, sino en un elemento indispensable y
complementario a esa bancarización de las transacciones.
·
Eliminar
los pagos salariales en especie. Basta ya de vales comedor, coche de empresa,
uso de piso de empresa y otras milongas. Que las empresas paguen el salario en
dinero y que cada uno haga con su dinero lo que quiera.
Esta medida tendría ventajas inmediatas y evidentes como
·
Aflorar
gran cantidad de empleo sumergido al ir reduciendo las posibilidades de hacer los
pagos en efectivo, único medio de ocultarlo a la vista de la Administración.
·
Aflorar
gran parte del los ingresos negros de profesionales y empresarios que no
declaran los mismo al no dejar rastro del mismo, pensemos en consultas de
médicos, despachos de abogados, arquitectos, ingenieros etc. y la multitud de
consumiciones en efectivo de las que no requerimos ticket.
·
Se
eliminaría por completo la pregunta ¿con IVA o sin IVA? Pues ello solo es
posible si el pago se hace en efectivo. Con ello afloraría gran cantidad de
ingresos en “negro” de profesionales y servicios.
·
Eliminaría,
o haría muy difícil la ocultación de sus ingresos ilícitos, de delitos como el
narcotráfico y el contrabando además de disuadir de la trata de blancas por el
“rastro” que dejaría en las cuentas bancarias de quien lo presta y quien lo
solicita.
·
Reduciría
hasta casi eliminar los atracos a personas y bancos al no haber ni efectivo que
robar ni nada en lo que usar el producto de dicho delito.
·
Eliminaría
la corrupción al sustentarse muy principalmente en los pagos en efectivo “en
negro” que no dejan rastro.
Quien me conoce puede llegar a sorprenderse de este planteamiento tan
radical en alguien que defiende el liberalismo y la libertad de la persona.
Pero no hay nada de contradictorio en ello. Como defensor de la libertad
individual, de la libre iniciativa, de que mi dinero donde mejor se emplea es
en mi bolsillo defiendo que los impuestos sean lo menos posible, pero de igual
manera sé que su existencia es necesaria para el sostenimiento de los servicios
públicos, la solidaridad y la redistribución de los ingresos pues vivimos en
comunidad y de ella nos beneficiamos todos.
Por todo ello recomiendo para ayudar
en la implantación de esta medida que usemos siempre que podamos los pagos por
tarjeta o transferencia y cuando alguien se queje de ello tal vez estemos ante
quien de alguna manera se beneficia que
sus ingresos queden en “oscuro”.