El
nuevo Secretario General del PSOE está cometiendo errores de tiempo en sus
primeras decisiones , aquellos que Sir Winston Churchill decía que eran más
imperdonables en política que en gramática.
Comenzó
negando el voto de los europarlamentarios del PSOE a la candidatura de Juncker
a la presidencia de la Comisión europea. Se desmarco entonces del voto del
resto del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, previamente pactado a
cambio de la Presidencia del Parlamento y distintos puestos en las comisiones
del mismo, con el único afán de notoriedad.
Vendió
la confianza y respeto a los compromisos adquiridos por un titular en un
periódico que al día siguiente sirve para envolver el pescado. Cuidado que en
Europa toman nota de ello y tarde o temprano pasan factura.
Y
recientemente ha perdido una oportunidad de oro para mostrar a los españoles
altura de miras, su sentido de Estado, compromiso con el bien común y con la
igualdad de todos los españoles en una foto y titular que le robo Rosa Diez,
“el Gobierno no está solo en la defensa de la unidad de España”. Pedro, allí
faltaste tú.
Hay
que reconocer en este caso la agilidad, el sentido de los tiempos y la
oportunidad de Rosa Diez y Rajoy que han dejado, de nuevo, descolocado a Pedro
Sanchez en un tema de Estado.
El
nuevo Secretario General del PSOE debiera repasar las hemerotecas y comprobaría
el poco rédito electoral que sacaron Almunia y Rubalcaba de la estrategia del
no a todo, por el simple hecho de que lo proponga el PP o el Gobierno, la
negación de la realidad que permite al Gobierno y al PP capitalizar los éxitos
económicos y políticos además de alejar al PSOE de las decisiones estratégicas
para el bienestar de los españoles.
Señor
Pedro Sánchez, las elecciones las gana quien se gana el centro y usted está
dejando este campo a otros.
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