De lo fácil
que es pasar de una pose grandiosa a lo tragicómico
ya nos dio Chaplin inolvidables muestras en al Gran Dictador. Y si Albert Boadella percibió el paralelismo entre Hitler y Pujol
en su premonitoria “Ubú President” lo de Artur Mas cae directamente en el ridículo.
Que lo firmo,
que no lo firmo. Que le fastidio el fin de semana al Gobierno de España en
pleno. Lo de este hombre es de niño malcriado que visto que se le ha roto el juguete ahora pretende dar un
poco más la lata con su rabieta. Pobre epitafio para quien aspiro a ser el padre de los "paisos
catalans".
Y es que las
cosas tienen la mas de las veces la importancia que le queramos dar.
Y visto que
este tema está muerto y apunto de enterrar va Rajoy y se va a China. Y muy bien
que hace, pues el futuro de España tiene más que ver de nuestras relaciones con
la segunda potencia mundial que lo que vaya, o cuando lo vaya, a hacer este
señor de Barcelona.
Y para resolver el trámite le deja a Soraya. Ya no te toman
en serio Artur.
Me recuerda
este desplante el que en una visita a España le zumbo el Presidente de la República
Francesa, François Mitterrand, al entonces omnipresente líder del partido
Nacionalista Vasco, Javier Arzalluz.
Un periodista
le pregunto al Presidente de la República Francesa a propósito de unas declaraciones de Arzalluz
sobre el País Vasco francés a lo que Mitterrand
sin levantar una ceja respondió ¿y quién
es ese Sr. Arzalluz?
A la vista de
lo cual parece que después de 35 años de democracia algo vamos aprendiendo, y
solo nos resta aplicarnos eso otro que respondió el Primer Ministro de la Republica Francesa, Manuel
Valls, cuando un periodista le pregunto en catalán para que le contestara de
igual manera: “Un primer ministro de Francia sólo habla
francés”
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