Como ya he repetido alguna vez,
Podemos era un partido que crecía en el imaginario popular tanto más cuanto más
lejos estaban las elecciones. Y allí estaba su terror y dudas sobre si
presentarse a las municipales.
La convocatoria de las elecciones
europeas los ha arrastrado a un tiempo electoral con el que no contaban y para
el que no estaban preparados.
Su fuerza en las encuestas radicaba
en que cuando se decía que se iba a votar a Podemos se estaba diciendo que se
iba a votar el cabreo.
Pero cabreados hay en la derecha e
izquierda, del PP, PSOE, IU y nuevos votantes, lo que pasa que como partido de
los cabreados solo estaba Podemos y el que respondía a las encuestas lo sabía,
y sabia que esa respuesta jodía a los que quería joder.
Pero ¿qué ha pasado? Pues que de 22
diputados que les daban las encuestas han pasado a 15, 7 menos de lo previsto.
Y ¿ha donde han ido los 7? A Ciudadanos donde han encontrado acomodo los
cabreados de centro derecha que ni borrachos iban a votar a Podemos, aunque
estuvieran muy cabreados. Lo más, se iban a abstener.
Sobre lo que espera a Podemos me
aventuro a hacer algún pronóstico y es que siendo innecesario en la formación
del gobierno de la Junta de Andalucía en poco tiempo se convertirán en
irrelevantes. Y eso por mucho que sesudos analistas insistan que “han llegado
para quedarse”
Y esto porque la labor en el Parlamento
tiene escasa o nula trascendencia para el ciudadano, o mejor dicho tiene la
trascendencia que le quiera dar Canal Sur.
Y es que lo más peligrosos para Podemos
es que los escuchemos, que escuchemos lo que tiene que decir sobre asuntos de
importancia, el paro, el desarrollo del litoral, la implantación de actividades
mineras, la pesca en el caladero marroquí, el regadío en Almería, etc. Créanme yo he oído y leído a su líder andaluza
Teresa Rodríguez y oírla es el mejor antídoto contra podemos. Darán mucha
cancha y José Mota o los Morancos tendrán un filón inagotable durante un tiempo.
Pero aún más, sus cuadros son un
producto de aluvión, muchos de ellos criados en IU, otros en organizaciones
marginales de “okupas”, pseudo ecologistas o similares sin más punto de
conexión que le “estar contra todo y todos” y también algún oportunista que ha
venido a no dar un palo al agua y vivir del cuento, que no solo los hay entre
la “casta”.
Esta amalgama difícilmente resistirá sus contradicciones y menos
cuanto más lejos se les presente la moqueta y no descarto que algunos retorne a
la casa común, el PSOE o IU, incluso puede que en número suficiente, cuatro,
para dar de nuevo a estos dos estabilidad parlamentaria
Todo eso sería posible si
definitivamente IU no se vuelve tonta y no decida autoliquidarse y espero por el bien
de todos los españoles que no lo haga.
¿Y eso porque?
IU podrá ser lo que sea pero tiene un
programa definido, que todos conocemos, lo compartamos o no. Tiene ideología,
principios y un programa. De las tres
cosas carece Podemos.
IU tiene unos cuadros formados que en
gobiernos u oposición conocen el funcionamiento de las instituciones y los
límites que en el ejercicio del poder imponen las leyes. Podemos no tienen
cuadros formados ni muestra respeto por un principio tan básico como el de que “todos
están sometidos al imperio de la ley” entre otras cosas porque ellos se
reconocen como encarnación de la voluntad del pueblo que no puede estar
sometida a dicha “antigualla”. Posiciones como esta son la antesala al totalitarismo.
A IU, un consejo que viene de Manuel
Fraga, el mismo que presento a Santiago Carrillo en su conferencia ante el Club
Siglo XXI “En España quien resiste gana”.
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